Una Familia de Verdad

Y llegó mi pequeño, después de 14 horas de parto, ahora soy yo quien decide, quien ama y cuida de los suyos. Pero que difícil fue, ¿Por qué nadie me había avisado de que mi alma volvería a sentirse sola, devastada y tremendamente agotada?.

¿Que me ocurría? Otra vez, no quería estar, existir, necesitaba huir, no tenia la menor idea de como hacerlo. Pero era mi responsabilidad, ahora no tenia otra que coger las riendas. Gracias, mi amor, por tu primera sonrisa, la que me hizo darme cuenta lo maravilloso que eres. Y lo maravilloso de tenerte.

Pero seguía sola en esta decisión ya no tenia ganas de discutir, de solicitar amor, compañía y cariño. Mejor seguiremos solos tu y yo. Seremos valientes, resultará complicado pero no imposible.

La maternidad que gran momento y a la vez que giro más violento de tu vida. Tu vida ya no es tuya. Es suya y si alguien no te recuerda quien eres, te vuelves a perder, te olvidas de ti. Solo sentía culpabilidad, nunca hago nada bien. Quiero que sea feliz, amado, pero no sé como. Llora, se enfada, grita, no puedo controlarlo. Tengo que controlarlo, pero me desmorono. Control, control sobre sus emociones y las mías. Es abrumador, me derrumbo y continuo como hoja flota sobre un arroyo, solo continuo sin saber bien a donde, ni de que manera. Si me golpean, no importa, continuo el flotando, a penas puedo llegar a las orillas y descansar.

Y pasan los días, meses y años, empiezo a respirar, comienzo a descansar. Pero sigo vacía, sigo en el arroyo, con frio y viento, los golpes de las piedras. De repente, una orilla te atrae y te posas. Necesitaba amor, compañía, descansar. Que bonito es poder descansar, sonrisas, abrazos, risas, bailar y un niño deseado. Mi familia

Era tan fácil, tranquilo, todo lo que él me proporcionaba, era paz mental, no sabia si estaba en una ensoñación o era la realidad. Pasaron muchos años de esa paz, esa calma, por fin había creado una familia, con tanto amor que resultó apabullante. -¿Que te ocurre?, sigo vacía, noto que me falta algo, pero continúo, es lo que tengo que hacer, es la unica manera de recibir amor sin "perdón". 

Te reconozco, aplastante rutina, reconozco la sensación de ir flotando como una hoja, sin aportar nada a mi recorrido, solo fluyo, me dejo llevar. No quiero estar, ¿por qué siempre quiero huir? ¿Siempre insatisfecha? ¿Es capricho? ¿Es necesidad? ¿No valoro lo que tengo ?, no se hacerlo, no quiero lo que tengo.

Y apareces tú, como un huracán, con tu sonrisa, tu pasión, siento que el viento me ha dado un golpe fuerte, no estoy en el arroyo, estoy flotando en el aire. ¡Dios mío! que sensación, no puedo describirlo, volar, ¡que libertad! me siento ligera, puedo ir hacia donde quiero, me puedo posar o seguir flotando, ¿Cuán lejos puedo llegar? Tengo que probar, sí, quiero hacerlo. Estoy segura de que quiero hacerlo ..., jamás había notado cada parte de mi cuerpo, mente y corazón. El corazón late fuerte y no voy a dejar que pare. Estoy SIN CONEXIÓN a mi dolor, ¿ha desaparecido?