Tengo que Crecer Más Rápido
Tras la insatisfacción y asfixiada en su entorno familiar, decide independizarse a una edad temprana. Sin embargo, su experiencia de vida adulta no resulta como esperaba.
Pipper
3/21/2024


.... Y claro que crecí, al menos mentalmente. Tenía que ser responsable y entender que para poder sobrevivir, nadie ha de quejarse de ti. Si no das señales de vulnerabilidad, es posible que tomen en serio.
Seriedad, eso siempre me ha caracterizado, era una chica seria, que planteaba las cosas antes de hacerlas. Que actuar de manera improvisada, solo era un efecto óptico, pues antes ya había sopesado lo que ocurriría en consecuencia a mis actos y actitudes. Observar todo mi entorno se volvió algo intrínseco en mí, casi me daba la capacidad de mimetizarme con las personas, en función de cuáles fueran las consecuencias.
En el fondo, empiezo a entender, que no era una cuestión de imitación. Si no, de descubrir cuál era la actitud adecuada para ser aceptada. Para realizar los movimientos precisos que hicieran marcar un valor frente al resto, aunque esto supusiese desaparecer tú.
Era una adolescente con unos límites muy claros, demasiado estrictos, quizás. Y es cierto que viéndolo con perspectiva no me permití ser, disfrutar y tratar de saborear la vida. Había que demostrar que eras madura y sensata. Así que cuando cumplí la mayoría de edad, ya llevaba 2 años pensando que la mejor opción era independizarme. Realmente no aguante más las discusiones y constantes peticiones de "perdón" en casa. Necesitaba huir, ni siquiera se planteaba la opción de tratarlo o discutir mi malestar. Porque caería en un pozo de chantaje emocional y manipulación con el único resultado de pedir o suplicar disculpas por sentir.
De manera que, una vez consensuado conmigo misma todos los detalles de mi marcha, solo faltaba encontrar un trabajo y alguien que me ayudara con los gastos que yo no podría asumir. Esto último no resultó difícil, me gustaba un chico, del grupo con el que salíamos por las tardes. Él, ya trabajaba, lo cual le convertía en un buen objetivo. ¿Qué podría salir mal? Fue sencillo, proponerlo y a los días ya estábamos buscando un piso. Pero antes tenía que pasar por la tarea de ser mujer, madura y tener experiencia sexual. Con lo que este trámite lo calculé para que fuera antes de encontrar apartamento. ¡Ok, tarea resuelta.!
Una vez empezó la convivencia y mi trámite a la vida adulta e independiente, me vi sometida a una vida que no me gustaba, la casa era sucia, no tenía suficiente dinero, trabajaba hasta no poder subir las escaleras de casa y la persona que tenía al lado, era todo menos algo conveniente, donde aprendí que tu satisfacción corporal solo dependía de mí, aunque a estas alturas no tenía ni idea de por donde empezar. ¿Y si era así? Me resultaba poco satisfactorio, no se parecía a lo romántico que había visto hasta ahora en las películas. Esto no me lo había contado nadie. Pero lo asumí como cierto.
Entonces pasó lo que tenía que pasar. Que un año después, la situación era insostenible, yo no paraba de llorar sin consuelo, pero "sabía" que me lo merecía, por osada, por soberbia, orgullosa niñata que quería salir de su escondrijo para que te quieran sin pedir perdón. … Volví a casa. ...-"¡Te lo dije!, tú y tus ansias. La prisini, la que lo quiere todo ya"… Otra vez a soportar esto, NO, me niego.
Como un ángel de la guarda apareció en los últimos meses de mi empleo un compañero que me acompañaba, me escuchaba y atendía. Me hacía sonreír, mucho. Y me gustaba, sí, me gustaba, tenía unos ojos de un azul precioso. Y estaba tan pendiente de mí en el trabajo que me tenía encandilada. Dos meses después alquilamos un piso.
Vaya, parece que este sí. ¡Además, cocina, parece responsable, y le gusto mucho! ¡Bien! Voy por buen camino. Ahora sí que verá que soy madura y responsable.
Y... unos meses después. ¡Ostras!, ha dado positivo. Me pongo a llorar en la enfermera en casa. .-¿Qué hago? Lo quiero, sí, quiero tenerlo, yo lo propuse. Está bien. Soy adulta, tengo pareja, trabajo y casa. Vas bien. Ahora llámala y dile que ha pasado, que va a ser abuela. … Necesito que lo apruebe, que le parezca bien. Si se enfada o disgusta, abortaré, será lo mejor. Ella tendrá razón. Tiene más experiencia, siempre lo dice. Lo que me diga ella, o no, pero es que yo lo quiero. ¿Y si me deja de hablar?, No me querrá ayudar, lo despreciará.
-"¿Mama?? Mamá, verás, yo es que...no sé qué decirte, bueno es que ha pasado una cosa, lo siento. No quiero que te enfades conmigo, estoy embarazada. Necesito saber qué piensas, que opinas... ¿Qué hago mama?".
- "Uff, cariño, no sé, yo no… Lo que tú, quieras hija, yo te apoyaré. Te quiero".
¡Genial! No se ha enfadado, no ha ido tan mal… ¡Mi pequeño! Serás tan luchador como yo, me tendrás siempre a tu lado. Que bien, tienes papa, mamá, abuela y tías. ¿No es genial?, voy a poder hacer UNA FAMILIA DE VERDAD!