El Control está en tu Mano

A lo largo esta historia, exploramos relaciones familiares, especialmente con mi madre y mis hermanas, y cómo estas relaciones han influenciado mi comportamiento y la percepción de mi misma.

Pipper

3/20/2024

balanza cerebro corazón
balanza cerebro corazón

Cerebro, corazón, cerebro, corazón, respira, atiéndete, mírate, siéntete, tic, tac, tic, tac. ¡Qué pequeña me siento, qué difícil me resulta vivir, estar, hablar, no quiero seguir aquí!

¿Hay un olor extraño, pero estás a salvo, que ocurre ahora? Seguro que eres tú, no ves lo que tienes.

El olor persiste, es un olor antiguo, hace años que lo oliste y no te gustaba, te hacía sentir incómoda, te producía tristeza, el olor no te hace sentirte segura.

El problema es mi nariz, no estás captando bien los buenos olores, seguro que alguien con una buena nariz me ayude a disfrutar de los olores de las flores que tengo ahora a mi alrededor.

¿Será posible que me haya traído yo el olor en la maleta? Vuelve la sensación, otra vez, no puedo respirar, hay algo que me duele, mucho. ¿Decepción, ira, rabia, corazón roto, gritos, vacío, frialdad, rivalidad…? ¿Por qué? ¿Qué es? ¿Qué está sucediendo? 

De mi boca salen palabras inauditas hacia las "voces". Pero, sin embargo, me siento más despierta, empiezo a tener más claridad, empiezo a recordar quién soy, quién soy, quién soy...

¿Pero quién soy? ¿Por qué soy así? ¿Por qué siento todo lo negativo? Porque me siento iracunda, decepcionada, en guerra. Sigo en guerra. Solo he cambiado de batalla. Pero la guerra continua.

Hay algo que no funciona en mí, no me deja continuar, me bloqueo. El experto en "olores" quizás tenga alguna idea.

Navegamos en "olores" nuevos, pero sin poder evitarlo mi cuerpo se agita, entran en mi nariz "olores" intensos, agrios, amargos. "Olores" en los que me reconozco en otro tiempo, me asusta.

¡Espera!... estoy empezando a distinguir los "olores". Ya lo entiendo, ya me entiendo, me comprendo. Estoy distinguiendo los "olores". Tengo que empezar a verbalizar lo que siento, mis emociones, porque si no descubro de dónde viene tanto sufrimiento, no voy a conseguir sanarme.

Me reconozco como una persona controladora desde siempre, conmigo, con las personas, con mi entorno. Necesito tener todo bajo control, de esta manera puedo prever los daños. ¿Pero, dónde empezó?

Cuando trato de buscar la explicación en mi matrimonio, veo que no es ahí, es más atrás. ¿Quizás con alguna pareja sentí daño? Seguro que es culpa de mi padre, mi madre siempre lo ha dicho. Él tiene la culpa de todo.

¿En qué momento decidí tratar de arreglar las discusiones sin tregua?, ¿Por qué me siento tan vulnerable cuando no me escuchan? Termino siempre pidiendo perdón, solo quiero dejar de sentir dolor, que todo sea como antes, olvidarlo y mañana seguro que todo está bien. Si no sirve esto, entonces salgo corriendo, a esconderme en algún rincón, hasta volver a tener fuerzas de intentarlo de nuevo y volver a la carga. Me inunda la soledad, de repente no siento a nadie a mi alrededor, pero sé que hay personas.

Ana, mi experta en "olores", me está ayudando a respirar, pero sigo sin conectar. Me vienen imágenes a la cabeza como flashback, que me oprimen el pecho, que me empujan hacia abajo. Comienzo a llorar, no puedo dejar de hacerlo, mi respiración se entrecorta, no puedo coger aire, no quiero coger aire. Si no respiro, no continúa el dolor. 

Baja a la realidad, con tus manos, toca los objetos del alrededor, abre los ojos y dime qué ves, estás en el presente. Ya no estás allí, en el pasado.

-¿Cuándo recuerdas que te sentiste así por primera vez? - No lo sé. No recuerdo cuando empezó, me siento como una niña, siento que hago mal, me he portado mal, estoy decepcionando a mi madre, ella llora, mucho, dice que no la quiero. Pero no puedo vivir sin ella. ¿Qué hago si se enfada conmigo, no me querrá? La veo poco en casa y está cansada, tengo que entenderlo. No sé cómo se hace para entender. Me iré al cuarto y jugaré con la Barbie. Para no molestar, voy a crear mi propia familia, así estaré entretenida y no la molestaré. 

Ella tiene una cara extraña, está muy enfadada, no me habla. Un día, dos, tres… Una semana... La pediré perdón, esto hará que me hable y me abrace y me vuelva a querer. Mis hermanas lo hacen así, seguro que funciona.

Mis hermanas cuidan de mí, normalmente estoy solo con ellas. Mi madre trabaja mucho, muchas horas, ahora ya no está ni siquiera por la tarde. No me gusta que mis hermanas cojan mis juguetes, hacen bromas, a mí o con mis muñecos que no entiendo, ¿por qué no tienen ropa? No me gusta la broma, no me hace gracia. Me enfado y siento mucha rabia. No me siento bien, ellas son buenas, me quieren, me llevan a clase, ellas siempre me culpan de que mamá las castigue y las deje de hablar. Pero no me gustan las bromas, siempre me señalan de que soy la favorita de mama. La niña mimada. ¿Entonces porque mama no me habla a mí tampoco? Tengo que defenderme sola. Ellas son más grandes que yo, mamá no está casa. Y si mamá me da la razón, si me protege, mis hermanas se enfadan conmigo, no me gusta como me hablan.

Y a quién se lo cuento, como me siento, mi padre hace años que se fue, no le puedo llamar, decepcionaría a mi madre. Ella siempre dice que es una mala persona, es malo, falta dinero en casa por su culpa, hay poca comida por su culpa, nos portamos mal porque a ella nadie la ayuda, es culpa de él. Nunca se nombra la palabra "papa". No lo conozco por ese nombre, en casa no se puede decir, hay que nombrarle por su apellido. Pero es mi padre. Mejor no lo pienses, cállate. Si provocas a mamá, llorará y te dejará de hablar. Mis hermanas también lo detestan... ¿Desde siempre? 

Es mejor que me vuelva al cuarto, siempre me estoy quejando. Tienen razón, mis hermanas, tengo muchos privilegios y mi madre soporta demasiado, el trabajo, nosotras, la falta de dinero, está cansada, no sé cómo hacerlo para no comportarme como una niña, soy una niña, TENGO QUE CRECER MÁS RÁPIDO. Tengo que ser más responsable, pensar más las cosas.